La perseverancia en la construcción de una funeraria comunitaria en Sabaneta

SABANETA.- Corría la década de 2010 cuando la junta de vecinos «Caminando con Jesús de Nazaret», del barrio Bolsillo, presidida por María Durán, conocida cariñosamente como Chichi, comenzó a soñar con un proyecto ambicioso: la construcción de una funeraria municipal. A pesar de no contar con un lugar propio para sus reuniones, este grupo de visionarios no dejó que su sueño se desvaneciera en el aire.

Persido Torres, presidente del Distrito #27 de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Sabaneta Novillo (COOPSANO), relató recientemente, durante el primer picazo de la obra, cómo la idea fue tomando forma. La propuesta, que inicialmente había sido discutida en reuniones de la junta de vecinos, fue adoptada por los miembros del distrito y transformado en un proyecto concreto, presentado finalmente al Consejo de Administración de la cooperativa y aprobado casi ocho años después de su concepción.

Miembros del Distrito #27 en el barrio Bolsillo

«La visión y dedicación de los miembros de la junta, incluyendo a figuras clave como Grecia Bisonó, Víctor Almánzar, Nery Báez, y Nina Chávez, fueron fundamentales para llevar adelante este proyecto. Cada uno de ellos, junto con el liderazgo de María Durán, aportó no solo ideas, sino también un compromiso persistente que ayudó a superar los desafíos a lo largo de los años.»

Una vez obtenida la aprobación de COOPSANO, el proyecto recibió el visto bueno del alcalde municipal, Agrón. Félix Marte, quien validó y apoyó la iniciativa, convirtiendo así el sueño de la comunidad en una realidad palpable. Este proceso no solo refleja la tenacidad de los miembros de la junta, sino también la colaboración y el apoyo interinstitucional que puede movilizar a una comunidad entera.

Torres agradeció especialmente al gerente general de COOPSANO, Ing. Nicanor Rodríguez, y al alcalde Félix Marte, cuya cooperación fue crucial para materializar la visión de los residentes del barrio Bolsillo. Esta historia destaca la importancia de no abandonar los sueños, sin importar los obstáculos o el tiempo que se requiera para alcanzarlos. Ahora, la funeraria no solo servirá como un espacio de encuentro, sino como un testimonio duradero de lo que la perseverancia comunitaria puede lograr.